Transforma tu cuerpo con pequeños hábitos saludables

¿Quieres saber cuál es el secreto de una vida saludable y un cuerpo de bailarina: armónico, lleno de energía y joven, verdad?.

Pues ya te digo de entrada que NO hay secreto. Lo que hay detrás es una serie de hábitos que se van adquiriendo (y cambiando) a lo largo del tiempo, sin prisa pero sin pausa. Con ganas, con convencimiento, con paciencia y disfrutando de todo lo que la vida te regala sin renunciar a nada pero sin abusar de nada.

Para que no pierdas el tiempo leyendo algo que quizás no te interese, voy a empezar advirtiéndote que no voy a hablarte de dietas milagro ni de cremas carísimas que de la noche a la mañana te transforman en una sílfide, ni ejercicios que prometen un cuerpo 10 a base de tablas espartanas y rutinas que con suerte mantienes 2 días antes de abandonarlas. 

La realidad es que estar bien y mantenerte saludable es un acto de amor y de responsabilidad para contigo misma-o, y eso también requiere de una actitud comprometida y ponerse manos a la obra.

En realidad, es

     Menos:
     - Inversión económica
     - Dietas que te matan de hambre y limitan tu vida social
     - Tablas de ejercicios pesados y sacrificados que te desmotivan en 2 días

      Mucho más:
     - Sentido común
     - Escuchar a tu cuerpo
     - Convencimiento de que quieres estar bien y sentirte bien

Y ahora, lee bien porque la respuesta está aquí:

NO HAY NADA QUE PUEDA OBRAR MILAGROS EN TI MÁS QUE TÚ MISMA-O

Y ahora, ¿qué te parece si comienzo a contarte algunos pequeños hábitos que está comprobado que funcionan?

     1.- No te tomes nada de lo que voy a decirte como algo inamovible: eres única y diferente al resto del mundo, por lo que también tendrás tus propias rutinas y alternativas.
     
    Y como más libertad de acción tengas, mejor. Todo lo que resulta demasiado restrictivo al final acaba convirtiéndose en una losa...

     2.- Descansa y duerme para regenerar tus células.

     A poder ser, respeta los horarios en los que la regeneración celular es mayor (aproximadamente, y según dicen los expertos, de 23:00 a 2:00). Entre las 21 y las 23 se libera la hormona del sueño y el cuerpo está más preparado para dormir y descansar.

     La medicina china especifica aún mejor cómo se realiza esta regeneración durante la noche:

          -De 23:00 a 1:00 la vesícula biliar
          -De 1:00 a 3:00 el hígado
          -De 3:00 a 5:00 el pulmón
          -De 5:00 a 7:00 el intestino grueso
          -De 7:00 a 9:00 el estómago (la mejor hora para tomar desayuno)

     Quizás te guste trasnochar (como a mí antes de conocer los efectos de la falta de descanso), pero introduciendo pequeños cambios en la rutina de irte a la cama, adaptarás a tu cuerpo al horario que tú decidas.
 
    3.- Rodéate de gente que te haga sentir bien y ve desterrando poco a poco (en la medida de lo posible) la gente que te chupa o que transmite mala energía. 

     Los amigos, la família, la gente que te aporta y con la que te sientes bien ¡te aportan beneficios de valor incalculable!.
 
     4.- Desayuna bien, preferiblemente en horario de mayor absorción de nutrientes en el intestino delgado (de 7 a 9 de la mañana)

     Hay mil opciones de desayunos "saludables" y muchas que se adaptarán a ti. En todo caso, no puedes saltarte la comida más importante del día.

     Es la manera de darle a tu cuerpo (y a tu cerebro) el "combustible" que va a necesitar para afrontar el día.

     Está demostrado científicamente que saltarse el desayuno no solo NO adelgaza sino que ralentiza tu metabolismo y te predispone a engordar con mucha más facilidad.

     5.- No pases hambre: tu cuerpo no distingue entre dieta y período de escasez y activará un mecanismo de reserva, por lo que se acostumbrará a almacenar todo lo que comas.
  
     Come a intervalos de tiempo que necesites y evita llegar a las comidas con esa sensación de devorar todo lo que encuentres a tu paso.

     De nuevo, el comer a intervalos no tan espaciados en el tiempo, ayuda a acelerar el metabolismo y que el cuerpo "queme" con mucha más rapidez y facilidad.
 
     6.- No te prohibas nada (obviamente, a no ser que tengas una intolerancia y/o alergia a algún alimento). 

     Como más rígida-o te pones privándote de aquello que te apetece, más ansias tienes de comerlo. Además, estoy segura que te pone de muy mal humor.

     7.- Come con sentido común (y aquí tienes algunas ideas si estás bailando y quieres apoyarte en tu alimentación para rendir más)

     Alimentos variados y evitando excesos.

     Para los alimentos que sabes que deberías ir eliminando de tu dieta habitual, ve disminuyendo poco a poco su consumo y buscando sustitutos, pero con la calma. Si lo haces de un día para otro, de manera radical, solo conseguirás echarlos en falta y acabar sucumbiendo a ellos con más ansia (horroooooorrrr!!!. Todo el sacrificio por la borda).

     Si investigas un poco, alucinarás con la cantidad de alimentos riquísimos y sanísimos, a los que tu cuerpo se acostumbraría antes de lo que imaginas.

     8.- Apuesta por lo integral.  Estos alimentos poseen nutrientes que previenen la aparición de diversas patologías a la vez que entorpecen la absorción de grasas y colesterol.

     Cuando comas pasta, arroz o cereales, escógelos integrales.

     Pero cuidado con la multitud de productos engañosos que se hay en el mercado que intentan, a través de sus envases o slóganes, hacerse pasar por lo que en realidad no son.

     Cuando tengas dudas, lee atentamente la composición y asegúrate que lo que compras es lo que realmente quieres. 

     9- Ahorra dinero en cremas milagrosas

que te prometen acabar con tus problemas flaccidez,  grasas localizadas y celulitis. Lo más efectivo de la aplicación no es la crema en sí sino el masaje diario a la hora de aplicarla. 

     Haz la prueba: aplícate una simple crema hidratante cada día con un buen masaje y comprueba tú misma los resultados. ¡Te sorprenderá!

     Una buena opción es masajearte con Aloe Vera al que le puedes añadir una gotita de aceite esencial (por ejemplo Rosa Mosqueta); verás como a la vez que acivas las circulación estarás regenerando y nutriendo tu piel.

     También puedes informarte acerca de la multitud de aceites esenciales y sus beneficios, para escoger el que mejor se te adapta en cada momento.

     10.- Mueve tu cuerpo, pero no hace falta estar abonada a ningún gimnasio para hacer ejercicio. 

     Subir las escaleras de tu casa, del metro o cualquier otra que se te presente durante el día.

     Darte un paseo o bailar en tu casa...

te aseguro que, repetido durante unas semanas, hará "milagros" en tu cuerpo y en tu estado de ánimo (sobretodo ¡bailar!)

Ah! Y si estás suscrit@ a nuestras newsletter, en unos días te daré una pequeña lista de mis "ejercicios infalibles" para que, si te apetece, puedas probarlos. Si no, también puedes investigar qué es lo que más te gusta (bailar, nadar, patinar, pasear,...), algo que te motive y te resulte placentero (para evitar que acabes abandonando antes de ver resultados).

    

     11.- Vístete siempre con prendas y combinaciones con los que te sientas cómoda y segura. Lo que desprendes cuando te sientes bien es infinitamente poderoso.

     No priorices lo que está de moda ni des por supuesto que lo que le queda bien a la de al lado te va a quedar bien a ti.

     Toma conciencia de cómo eres, qué es lo que más te gusta (y lo que menos también), y potencia lo que quieres resaltar. Casi siempre nos empeñamos en "esconder" y olvidamos agradecer y potenciar todo lo que más nos gusta de nosotr@s.

     ...También es muy recomendable el ejercicio de quererte, de mirarte con amabilidad y te darás cuenta de la cantidad de cosas extraordinarias que descubres de ti, que ni siquiera habías visto (Inténtalo, tanto si crees como si no...¡te sorprenderás!)

     12.- Y sobretodo...¡RESPIRA conscientemente!

     Quizás te parecerá una obviedad, pero este es el punto más importante de todos.

     Respira y hazlo de una manera consciente tantas veces como puedas. Ya sé que durante el día vas a tope y seguramente tienes la cabeza en mil lugares, pero pararte, hacerte consciente del momento presente y respirar, tiene unos beneficios incalculables (no solo a nivel físico sino también mental y emocional).

Y si has leído todo y vas a olvidarlo o ya lo has olvidado, recuerda solo esto: ¡RESPIRA!.

¿Qué te parece? ¿Tienes alguna otra idea que podamos incorporar a nuestro día a día y que haga esa gran diferencia?.

Pues no dudes en dejarme tu comentario. ¡Me interesa mucho tu feedback y tu experiencia personal!.

...doyoubailas?

María Seoane